Un estudio apunta que el 43% de los trabajos podrían ser realizados directamente por las máquinas

Uno de los temores recurrentes para los trabajadores es el de que su puesto de trabajo se acabe convirtiendo en redundante porque un robot se ha hecho cargo de sus funciones. A medida que las nuevas tecnologías se van volviendo más sofisticadas y que van apareciendo con mayor grado de perfección herramientas como la inteligencia artificial y la automatización, va pareciendo mucho más factible que se vayan adueñando cada vez más de más responsabilidades y de más puestos de trabajo. La tecnología parece cada vez capaz de hacer más cosas.

Esto ha hecho también que aquellas funciones que parecían imposibles de dejar en manos de una máquina empiecen a parecerlo cada vez más. Puede que hace unos años se señalase que los trabajos creativos no podrían ser nunca realizados por robots, pero ahora – y con todo el desarrollo de la inteligencia artificial – la cuestión ya no parece tan clara. El que los gigantes de los medios ya la empleen para crear contenidos y para hacer la cobertura de ciertos tipos de noticias deja claro que la frontera está ya mucho más lejos de lo que se pensaba.

Y eso, igualmente, tiene también un eco en la industria del marketing y en sus plantillas. Ningún puesto de trabajo está completamente seguro y ninguna función puede quedarse fuera del impacto de las nuevas tecnologías.

El 43% de los marketeros, en peligro

La última estadística sobre la cuestión lo deja todavía más claro. Según los datos de un estudio de ONS, el 43% de los roles en los equipos de marketing se encuentra en una situación de riesgo. Pueden acabar en manos de los robots por culpa de la automatización.

Eso sí, las cosas no son exactamente iguales en todos los campos y en todas las áreas del marketing. Los puestos directivos se ven mucho menos amenazados por el impacto de las nuevas tecnologías. Si se pone el foco en los directivos y en las posiciones por tanto senior el porcentaje cae al 28%.

Más disponible y más consciencia de que son necesarias

En cierto modo, este riesgo está vinculado al hecho de que cada vez es más sencillo para las empresas acceder a estas herramientas y emplearlas para posicionarse en este terreno. Un 45% de las compañías tiene a su disposición capacidades en machine learning e inteligencia artificial.

A este número se suma quienes creen que las herramientas tech serán cruciales en el futuro próximo. Un 64% de los encuestados asegura que en el futuro será crucial contar con habilidades en estos terrenos para que las empresas triunfen. Esto es, si no se ‘controlan’ las soluciones vinculadas a la inteligencia artificial y las demás herramientas punteras se estará en una situación de debilidad frente a la competencia.

Un 87% de los encuestados asegura incluso que para el éxito de la empresa ya hay que ponerse a conseguir esas capacidades y esas habilidades, adquirir esos conocimientos en machine learning o inteligencia artificial.

La importancia creciente de estas herramientas se ve claramente también cuando se analiza cómo ha aumentado la presencia de trabajadores especializados o con conocimientos vinculados en el organigrama de las empresas. Solo en Reino Unido, como recuerdan en MarketingWeek, desde 2014 ha aumentado la presencia de perfiles vinculados a la IA en las compañías en un 485%.

Cómo sobrevivir a este cambio de ciclo

Por tanto, los marketeros van a tener que tener muy claro qué tienen que ofrecer y cómo si quieren seguir siendo relevantes. Tendrán que ofrecer perfiles muy destacados o muy especializados, que cubran aquellos elementos que las máquinas aún no pueden hacer.

Al fin y al cabo, los analistas han ido señalando en los últimos años que los primeros puestos que serán asumidos por máquinas serán aquellos que son muy junior o que realizan tareas muy poco especializadas, que no requieren unos conocimientos tan elevados o tan concretos.

Y, quizás, también pueden simplemente unirse a ellos. Si no puedes con tu enemigo, únete a él, o al menos eso dice la sabiduría popular. Quizás la manera de no perecer bajo el impacto de la IA es convertirse directamente en un experto en IA.